Sylvie es muy atenta y simpática. Sin ningún problema nos puso una cama supletoria para nuestra hija. La habitación era amplia y muy limpia, y la decoración deja ver su pasión por los caballos. En ella, teníamos galletas, agua, zumo, caramelos, etc, y además, un par de bombones de bienvenida. Debido al tiempo, no pudimos disfrutar de la piscina ni de la casita de madera del jardín que dejan a los inquilinos para poder escuchar música, leer, jugar o relajarse. El desayuno muy bueno. Sin duda, muy recomendable. Esperamos volver!
Respuesta del propietario :
Muchas gracias Maria !